sábado, 26 de junio de 2010

Junio (2ºda Quincena)

En la guerra económica contra la burguesía

De la mano con los trabajadores


Una vez más la burguesía venezolana apunta sus armas contra el pueblo y contra la Revolución Bolivariana, esta vez desde el ámbito económico.
Ante ello, el Comandante Chávez, durante la inauguración del Abasto Socialista Bicentenario el 18 de junio, afirmó: “No somos nosotros los que estamos generando un conflicto. La burguesía está declarando una guerra económica y nosotros la aceptamos”.
Señaló que las clases más privilegiadas pretenden desarrollar políticas que generen desabastecimiento, inflación y corridas bancarias, para afectar directamente al pueblo venezolano e intentar frenar la Revolución Bolivariana.
“Pretenden hacerle creer al pueblo que es la Revolución la que causa la falta de alimentos, cuando gracias a ella es que Venezuela cuenta hoy con las Casas de Alimentación, Mercal y Pdval, entre otros”, mencionó.
El líder de la Revolución agregó que fue la burguesía la que, con su modelo capitalista, generó la pobreza en el país durante casi un siglo que gobernó, a través de políticas donde sólo se beneficiaba una minoría de la población; los dueños de empresas, terratenientes y poderosos, mientras la calidad de vida de los trabajadores empeoraba.
“Ha sido la Revolución Bolivariana la que ha traído medicina, educación, alimentos, deporte, al pueblo. Con sus planes desestabilizadores pretenden acabar con todo eso para regresarnos al pasado de miseria y exclusión”, enfatizó el presidente.
“Esta Revolución no vino a dejarse amedrentar, aquí estamos del lado del pueblo venezolano y en esta guerra económica estamos de la mano con los trabajadores venezolanos, con el pueblo en general”, concluyó el Comandante.

- En Opinión: "Ideas de Baruta ganador del Premio Fabricio Ojeda 2010 Mención Impreso"

- En Ideología:
  • Fabricio Ojeda: "Hacia el poder revolucionario"
Comunidad




Su pasión es el juego. Como buen líder opositor, dedica todo su tiempo al juego de la politiquería en los términos más absolutos. Juega a la carrera candidatural para apartar a todo el que se le atraviese en el camino de su ambicioso proyecto político personal, pero luego abandona las responsabilidades del cargo al que es electo porque su interés no es satisfacer las necesidades de la población sino cumplir su sueño de alcanzar la presidencia de la república a como de lugar.
En su obsesivo y pueril torneo olvida que el afecto popular es resultante de la correspondencia con el pueblo. No le preocupa en lo más mínimo la tragedia que la gente padezca, pero le implora desesperado el voto cuando lo necesita. Es lo que explica su total desaparición del municipio que supuestamente debería gobernar, un municipio al que por su desidia se le acumulan hoy más problemas que en toda su historia como entidad local de gobierno.
Sólo que quienes le eligieron, fundamentalmente los sectores más radicalmente antichavistas del país, no alzarán jamás su voz para reclamarle a este insigne ciudadano su ineficiencia y su inoperancia, porque en su absurda lógica ("autosuicida", como dijera aquel prócer cuarto republicano), no importa que Baruta se hunda en basura, en huecos y en falta de servicios públicos municipales, porque para él lo importante es jugar a tumbar al verdadero líder del país.
Su nombre es Gerardo Blyde. Su cargo; Alcalde de Baruta. Su logro; ninguno.


Se llevaron a cabo las elecciones de los consejos comunales en el municipio
¡Baruta ejerce el poder popular!


Venezuela vive hoy un momento histórico de transformaciones que brindan a sus habitantes el poder y las herramientas para desarrollar sus propias potencialidades.
Esa es la significación de la avanzada Ley de Los Consejos Comunales, recientemente reformada. Ella contiene las conquistas del pueblo venezolano en la construcción del modelo de justicia e igualdad social que promueve la Revolución Bolivariana que lidera el Comandante Hugo Chávez.
En ese sentido, los consejos comunales son, según el artículo 2 de su Ley, "instancias de participación, articulación e integración entre los ciudadanos, ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer el gobierno comunitario y la gestión directa de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades de las comunidades".
De igual manera, en el mismo enunciado, se establece que esta forma de organización popular debe, necesariamente, servir para la construcción del socialismo bolivariano, pues la propia existencia de los Consejos Comunales es parte de un proyecto basado en la democracia participativa y protagónica, como pilar fundamental para alcanzar la igualdad y la justicia social en nuestro país.
Para esto, es necesario que los habitantes asuman los principios y valores que exige tan importante tarea; como el carácter democrático de su integración, el sentido humanista y del deber social, la ética, la equidad, la justicia, el trabajo voluntario, así como la igualdad social y la paridad de género, entre otros.
El Municipio Baruta no ha dejado de asumir esta nueva forma de organización social. Desde la creación de la moderna figura de los Consejos Comunales, cada vez son más las comunidades que se organizan para buscar, desde ellos mismos y para ellos mismos, soluciones a los problemas que los agobian.
Siendo este un municipio abandonado a la buena de Dios por los ineficientes gobiernos locales que desde su creación le han tocado hasta ahora (cada uno de los cuales ha tenido como orientación recurrente velar siempre por las clases más privilegiadas, dejando en el olvido a los sectores más necesitados), la figura del Consejo Comunal adquiere sin embargo una relevancia determinante.
Es por eso que a lo largo y ancho de todo el municipio, la jornada especial de elección de los voceros y voceras de las comunidades en las distintas unidades ejecutivas, administrativas y financieras comunitarias, así como de contraloría, de sus Consejos Comunales se llevó a cabo con total éxito, demostrándose así que en Baruta la fuerza de la gente en la decisión de los asuntos comnunitarios es una realidad que avanza indetenible, como expresión inequívoca del nuevo modelo social que la Revolución Bolivariana impulsa hoy en el país.
El pueblo baruteño puede sentirse orgulloso del gran logro que este significativo paso representa en la construcción del bienestar al que todos aspiramos.

Remiendos para el pueblo
¿Hueco o cangrejo?



Mientras la Alcaldía de Baruta invierte inmensas cantidades de recursos municipales en el embellecimiento de arterias viales en buen estado, como el que se viene ejecutando desde hace semanas en la intercomunal de El Hatillo, los sectores pobres del municipio padecen la incompetencia de unas autoridades incapaces de resolver correctamente la inmensa cantidad de problemas que presenta su ya precaria vialidad.
Producto de esa odiosa discriminación, el inmenso hueco que incomunica a más de 500 familias del barrio Los Picapiedras en el sector La Limonera desde mediados de junio, no termina de ser reparado porque el trabajo es siempre asumido por los ingenieros municipales no como una obra de vital importancia para la comunidad sino como un vulgar remiendo.
Los vecinos del sector señalan que desde hace años vienen alertando a la Alcaldía sobre el deterioro de la calle por las filtraciones que padece el pavimento, que cada vez que llueve hace que se deslice alguna parte de la carretera y que por no recibir la debida atención, el resultado es que el mismo cede una y otra vez.
Una cultura recurrente de la reparación a medias que mantiene a los sectores populares del municipio en condiciones cada vez más deprimidas, y que pone en evidencia la falta de interés tanto del Alcalde como de las autoridades municipales por adelantar un consistente plan de vialidad para estas comunidades.
Hoy, llenos de indignación ante tanta irresponsabilidad y tantas muestras de improvisación por parte de la Alcaldía, los habitantes de los Picapiedras sólo claman al cielo porque su problema sea resuelto de manera definitiva.

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